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Una manta o una colcha representan momentos acogedores. Acurrúcate en el sofá durante una noche de cine, envuélvete los hombros con una cálida manta en una fresca terraza de verano, protege tu piel de la tela de un sofá o sillón ásperos o, quizás lo mejor de todo, descansa tus pies cansados y doloridos sobre una suave pila de mantas polares. Las mantas son indispensables.
Cuando pensamos en una manta inmediatamente pensamos en los meses más fríos. Las noches frías y sombrías te harán sentir un poco más cálido y acogedor con una suave manta. Otra gran ventaja de las mantas en invierno es que puedes bajar un poco la calefacción: es bueno para el medio ambiente y para tu cartera.
Las mantas te recuerdan instantáneamente el invierno. Fuera hace frío. Llegas a casa y te acurrucas en una acogedora manta. El suave tejido te envuelve en calidez y te recarga. Ves una película romántica, saboreas una deliciosa taza de té y te olvidas de las inclemencias del tiempo.
Sin embargo, no hace falta esperar hasta el otoño o el invierno para sacar las mantas. Cuando vayas a dar un paseo por el jardín en primavera para olfatear deliciosas flores, no te olvides de envolver tus hombros con una manta que te acorazará contra la fresca brisa primaveral.
¿O mientras que disfrutas de un aperitivo y una copa en la terraza una tarde de verano? Entonces asegúrate de tener a mano una manta polar. Porque incluso un bochornoso día de verano pueda terminar haciendo fresquito.
¿Otra razón para utilizar una manta? Protege tu banco. Coloca una manta en el sofá durante una tarde de cine con niños, cuando tengas muchas visitas, o si quieres mantener tu nuevo sofá bonito un poco más de tiempo. ¡Elegante, suave e inteligente!
¿Elegirás una manta que alegre tu sofá y tu salón? ¿O te decantarás por un color neutro? En CASA, tenemos mantas en colores cálidos y terrosos como el verde musgo, el rojo cobre, el amarillo mostaza (¡también precioso en primavera!) y el gris oscuro. Si te gustan los colores frescos y dulces, elige una manta lila, o decántate por el rosa suave, el naranja a rayas o el beis: ¡hay mucho donde elegir!
Además, nuestras mantas también tienen distintos acabados. Puedes elegir una manta acogedora con cuerdas a los lados, una manta a rayas o a cuadros o una manta extra gruesa para las noches muy frías.
¿Eres de los que les gusta compartir la manta del sofá, o prefieres tener la tuya propia? Si te gusta compartir, te recomendamos que optes por una manta extragrande, por ejemplo una de 240 por 220 centímetros. Así evitarás tirones constantes. También puedes colocar esta manta en tu cama de matrimonio para las noches más frías. Una manta de cama individual suele medir 130 por 160 centímetros.
Dales un toque personal a tus mantas combinándolas con los colores de tu interior. Así lo haces:
Industrial: grises profundos, negro, blanco
Bohemia: colores vibrantes, estampados ricos
Rural: colores suaves y naturales (beis, verde)
Tonos neutros escandinavos (blanco, gris, azul claro)
Retro: tonos cálidos (naranja, marrón, amarillo mostaza)
Cuando no utilices tu manta, colócala en una bonita cesta para mantas, a juego con tu estilo interior.
La mayoría de nuestras mantas están hechas de poliéster. El poliéster tiene el tacto del algodón, pero es fresco, sin arrugas, fácil de lavar, ligero, suave y cálido.
¿Buscas un look lujoso sin lana? Entonces elige una de nuestras mantas de poliéster y acrílico. El acrílico también se conoce como lana sintética. Al igual que las mantas de lana y poliéster, estas mantas tienen un tacto más lujoso.
Si prefieres materiales naturales, elige una manta de algodón. Ideal para los meses de verano.
"Manta" es un término colectivo, y una manta polar es un tipo de manta. El tejido polar es una técnica de tejido de tejidos de poliéster. En general, una manta de tejido polar suele ser más práctica.
Si no utilizas una manta, puedes colocarla sobre el respaldo, doblarla ordenadamente o utilizarla como manta inferior para proteger tu sofá. En este caso, asegúrate de que la manta es lo suficientemente grande, y métela entre los bordes del sofá.
Una manta con poliéster es una buena opción para una manta cálida. Asegúrate de que la manta sea gruesa: a fin de cuentas, esto garantizará que la manta sea agradable y cálida. La lana también es muy cálida y suave, pero requiere un poco más de cuidado al lavarla.