En los últimos años, trabajar desde casa no sólo se ha hecho cada vez más popular, sino que a veces era incluso obligatorio. Puede que estés deseando volver a la oficina, o que te hayas acostumbrado a trabajar desde casa, pero en cualquier caso una oficina en casa es difícil de diseñar. Al fin y al cabo, no todo el mundo puede permitirse el lujo de tener una habitación separada para trabajar. Algunos tienen que compartir su oficina en casa con diferentes miembros de la familia. ¿Cómo puedes asegurarte de que tu propio cuarto de estar, comedor o cocina sea un lugar agradable para trabajar? Son muchas preguntas, pero afortunadamente tenemos algunas respuestas para ti también.
Sí, es fácil seguir trabajando en tu oficina en casa a la mañana siguiente sin tener que reinstalar el ordenador, sacar archivos... Pero, en realidad, no siempre es posible combinar eso con la vida familiar. Tal vez deberías desayunar en esa mesa por la mañana y hacer sitio para la cena después del trabajo. O para los deberes de los niños. En ese caso, asegúrate de tener suficientes soluciones de almacenamiento inteligentes en tu lugar de trabajo. Piensa en bandejas de almacenamiento donde puedas recoger rápidamente todo el material de oficina. Pero también cestas en las que se pueden recoger los cables del ordenador. Dale a todo un lugar fijo, para que se convierta en un hábito guardar y sacar todas tus cosas de forma rápida y eficiente.
Ninguno de nosotros podría haber predicho esta pandemia y sus consecuencias. Sin embargo, ahora que hemos tomado conciencia de la importancia de tener un lugar de trabajo en casa, también puedes tenerlo en cuenta a la hora de elegir tus sillas de cocina o comedor. ¿Esperas trabajar alguna vez desde casa? Entonces, opta por un modelo cómodo y ergonómico. Pero, por supuesto, uno que combine con el estilo de tu casa.
Incorpora tu escritorio (y, por tanto, tu oficina en casa) en la medida de lo posible al resto del interior. Así que elige los mismos materiales, colores y texturas. Además, adopta el estilo de decoración, pero ten cuidado de no hacerlo demasiado llamativo. El trabajo va mejor cuando no estás demasiado distraído. Mantén la calma en tu espacio de trabajo, pero tampoco te alejes demasiado del estilo que te rodea.
En este caso también es importante que puedas guardar tus cosas. Al fin y al cabo, cuando dejas de trabajar por la noche, tu escritorio sigue formando parte de tu interior. ¿Y tal vez lo utilicen tu pareja o tus hijos fuera del horario de trabajo? Así que, de nuevo, asegúrate de tener soluciones de almacenamiento fáciles, en las que puedas guardar fácilmente y con rapidez la mayoría de tus cositas, fundas, papeles al final del día. ¿Tienes armarios abiertos? Elige un almacenamiento que quede bien con el resto de tu interior. De este modo, la diferencia de estilo no es demasiado grande.
En un lugar de trabajo, se necesita una luz buena y brillante para mantener la concentración. Pero después de las horas de trabajo, esa iluminación también forma parte del interior de tu cuarto de estar. Por lo tanto, es preferible elegir una lámpara regulable, para poder alternar fácilmente entre el trabajo serio y la sociabilidad.
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